
La Ultrapirineu 2016 desde Gresolet: el cuerpo al límite
Este pasado fin de semana he tenido la oportunidad de seguir la Ultrapirineu 2016 desde uno de sus puestos de control: el Refugi de Gresolet (Parc Natural del Cadí-Moixeró). Se encuentra en el kilómetro 86 de 110 km. Un punto al cual ya no llegan más del 30% de los participantes. Recordamos que estamos hablando de la quinta y última prueba del Sky Runner World Series con un desnivel de +6800 y donde el ganador todavía no ha conseguido bajar de las 12 horas. Kilian Jornet mantiene en 12:03:05 horas el récord desde el 2015. Este año los últimos corredores clasificados lo hicieron con un tiempo de más de 29 horas: 29:07:40. De los 870 corredores que tomaron la salida abandonaron 320 (36.78%).
A esas alturas de carrera no hay ni liebres ni estrategias, solo tú y tus piernas, tu preparación, tu resistencia, tu capacidad física y tu mentalidad. Miguel Heras (12:05:51, zapatillas Salomon Slab Wings de taco blando, 3a victoria en la carrera) y Gemma Arenas (15:20:34) corrieron con una superioridad espectacular, y detrás de ellos los mejores ultrafondistas catalanes, españoles e internacionales, que pueden encajar esta prueba en su exigente calendario. Impresionante el paso de Jessed Hernández por la que es su segunda casa, animado por su público y motivado por el guarda de Gresolet. Suso le susurraba al oído que todavía no tenía un segundo puesto en sus vitrinas (sí el primero y el tercero), podéis ver el momento en mi cuenta de Twitter y de Instagram. Jessed no había conseguido soltar a Pizarro de sus talones hasta Gresolet, salió volando de allí y ya nadie lo atraparía hasta la meta en Bagà (segundo puesto, 12:40:15). Me sorprendió el avituallamiento de Jessed (agua y geles), ni fruta, ni bebidas isotónicas, ni barritas, ni azucaradas. Jessed le teme sobre todo a la deshidratación. Los geles en carreras de resistencia necesitan diferentes tipos de carbohidratos, vitamina B1 y B6. Es un corredor diferente, incluso en eso. Reconocía al final de la carrera que es una distancia algo larga para él y para su cadencia de entrenamientos.
Gemma Arenas fue la única corredora que no paró en Gresolet y eso le permitió meter dos minutos más a su perseguidora americana Hillary Allen (15:37:47) y sentenciar el Mundial. Dos horas más tarde, ya de noche, vi pasar a una serena Judith Franch, camino de su séptimo puesto (17:44:03). Muchas historias detrás de cada dorsal y muchas horas de esfuerzo y entrenamiento reflejado en las caras a esas alturas de la carrera. Destacar también el equipo de animación de los controladores de Gresolet (unos cracks!!) y el equipo de seguimiento de Ivan Camps (el más numeroso y activo, 13:21:40) que le permitieron rebajar en 48 minutos su mejor registro y meterse entre los 10 mejores de la clasificación final. La presencia destacada de corredores de los Mountain Runners del Berguedà (Carles Sánchez, Pep Ito,…) da más relevancia a un Club que se está consolidando como una de las canteras con más futuro del país.
Tengo un conocido que por segundo año consecutivo se ha tenido que retirar en Gósol (73.4km, +4733 m, 14:54:40). Explicaba que ya no es un problema de cansancio físico o mental, es porque todo el cuerpo duele, todas las articulaciones, toda la musculatura, tropiezas, pierdes el equilibrio, te cuestionas una y mil veces si puedes continuar, ves una noche muy larga por delante cruzando solo los bosques del Cadí-Moixeró. No puedes más, dices basta. Escuchar estos testimonios da más valor a los ultrafondistas de nuestro país que nos ofrecen su esfuerzo y su capacitación al servicio del deporte, la naturaleza y el espectáculo.
Recomendar finalmente probar las comidas de Gresolet (abren todos los festivos del año): una sopa de verduras exquisita y carne a la brasa de la mejor calidad, rodeados de una y mil historias de aquel Refugio, de aquel Santuario y de aquella Sierra. Un día para recordar, para admirar y para compartir.
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